Un bastón no puede ser difícil de usar

“Yo no sé cómo nos las apañamos en este grupo, que cada vez nos ocurren cosas más extrañas” pienso mientras me subo al lomo de Mihu nada más salir de la casa, riendo al ver que el culo de Dragtar tiene la marca de una mano humeante “eso le pasa por tocar cacharros mágicos así por las buenas”

Mihu alza el vuelo mientras nos fijamos en no perder de vista al grupo entre las copas de los árboles, algo poco probable viendo lo lentos que van, aunque estén corriendo. Giro la cabeza para ver si algo nos sigue desde la casa encantada, pero no hay nada.
No pasan más de veinte minutos cuando decidimos bajar con el resto al ver un claro.  Mientras todos frenan, se sientan y beben agua para recuperar fuerzas, agarro el bastón para observarlo, curiosa, ya que donde yo vivía no había esta clase de cosas.

Es extraño, un pequeño orbe de Anwashi verdoso, decorado con el cráneo de algún animal que no consigo identificar y algunas plumas. No sé cómo funcionará a nivel mágico, pero sí que es un bastón con buen equilibrio, compruebo girándolo.

—¡Niyati no lo muevas de esa ma…! — el grito de Lady me hace alzar la vista, justo en el momento en que se ve envuelta de una bruma azulada que me hace imposible verla.

—¡Lady! — grito mientras suelto la vara y  voy corriendo hacia la bruma.

La escucho toser y cuando la niebla azulada se deshace, toda mi preocupación desaparece, convirtiéndose en carcajadas que me hacen doblarme por la mitad, cuando la veo embutida en un traje demasiado pequeño para ella.  Frente a mí, una molesta Lady con disfraz de jirafa me mira con los brazos en jarra. 

 — Ups, mejor lo dejo estar— comento alejándome un par de pasos del bastón mágico, bajo la iracunda mirada de Lady. 

—Sí, sería mejor que no tocases cosas mágicas como estas, que a saber cuánto tiempo tienen, seguro que está roto y si es así, dudo mucho que nos lleve a esa isla de cuentos.

Naxen agarra el bastón, momento en que otra bruma nos cubre a todos. Intento encontrar al resto extendiendo los brazos, hasta notar como algo cae sobre mí. Abro los ojos como platos al notar  como algo empieza a moverse lenta y babosamente por mi hombro. Varios objetos más caen sobre mí y, por los gritos y sonidos de asco que oigo, también sobre mis compañeros. Un batir de las alas de Mihu se lleva lejos  la espesa bruma, y quizás hubiese preferido no ver la cantidad de babosas que recorren mi cuerpo. Ahora ya sé qué es lo que estaba notando moverse. 

Todos tenemos la misma cara de asco mientras nos quitamos la plaga de babosas de encima, excepto Mihu que parece entretenido persiguiendo a uno de esos gasterópodos para jugar. 

—¿Y cómo se supone que este trasto roto nos va a llevar hasta Adalari? — le pregunto a Dragtar mientras lanzo lejos de mí la última babosa que tenía pegada al cuerpo.

— Ni idea — responde encogiéndose de hombros— el cantar lo mencionaba y por eso vinimos. Nadie se paró a pensar que sería un bastón inútil que solo hace trucos baratos. 

— ¿Estás diciendo que Lady se equivocó?—pregunta Naxen con el cejo fruncido 

Dragtar niega con la cabeza, como si esa opción fuese imposible.

— Yo no me equivoqué, el cantar decía claramente que era necesaria esta vara, otra cosa es que no sepamos utilizarla bien — responde la aludida —. Solo tengo que descubrir cómo funciona su magia, y no se cuánto tardaré 

—Pues cuanto antes lo consigas mejor. No me hace gracia tener ese trasto loco con nosotros y si nos pillan ya podemos correr lejos de Charia y, sobre todo, olvidaos de cobra  — se queja Dragtar molesto mientras mira con el cejo fruncido a la vara. 

Ruedo los ojos ante la mención del dinero. El mediano parece creer que es lo que más importa pero, ¿de qué me sirve ahora el dinero? Acostumbramos a acampar juntos o a dormir en alguna de las casas de Dragtar y tampoco pagamos la comida, porque la mayoría de veces la cazamos o recolectamos del bosque, así que en realidad no tengo ningún gasto y creo que la mayoría de los aquí presentes tampoco, no se sus historias pero para mi, esto es una forma fácil de huir hacia delante, un pretexto para que no pregunten qué pasó. 

Tardamos en quitar todas las babosas, pero al final lo hacemos y montamos el campamento.Mientras Lady se esconde en su tienda para  entender el funcionamiento del objeto robado, el resto nos dividimos tareas, que si buscar madera, mantener la hoguera, etc. 

Mihu se coloca detrás de mí, ofreciéndome su costado para reposar la espalda,mientras  mantenemos el fuego vivo. Qué diferente es todo fuera del agua. Allí el fuego era extraño, algo que debía protegerse y mantenerse a salvo mientras que aquí es al contrario, es una fuerza de caos y destrucción de la que hay que protegerse.  Las llamas bailan y pierdo el sentido del tiempo, dejándome llevar por la tarea de mantener el espectáculo encendido, colocando troncos o pequeñas maderas, mientras mi mente vuela lejos, muy lejos, a un lugar donde no debo volver. 

—¿Sigues en este mundo? — me pregunta Naxen, salvándome de mis propios pensamientos mientras se sienta a mi lado. 

—Ahora que estás aquí, sí — le respondo con una media sonrisa.

—Bien. Hace tiempo que quería preguntarte algo, pero entre una aventura y otra nunca he tenido tiempo ¿Qué se supone que es él? —inquiere mientras señala a Mihu. 

— En realidad no lo sé. Donde vivía se les llama espíritus, seres capaces de atravesar la membrana entre el plano astral y el nuestro, pero nadie sabe qué son exactamente o qué buscan. 

— ¿Y te fías de un ser así?

Me encojo de hombros.

— Si quisiera hacerme daño lo habría hecho hace mucho tiempo. Además, ha estado desde que era pequeña a mi lado, me ha protegido y, sobre todo, ha protegido al resto de mí. 
La elfa se acerca a, las luces de las llamas crean un espectáculo de claroscuros en su rostro mientras, con el ceño fruncido, me pregunta:

— ¿De ti?

— Todavía no os habéis dado cuenta, pero soy una bomba de relojería. A veces ocurre y él  — digo mientras acaricio el plumaje de Mihu — actúa como barrera. Los espíritus no pueden morir, o al menos no como el resto de nosotros y, al tener un cuerpo físico, actúa  como muro de carne entre el resto y yo. 

—¿Así que por eso duermes siempre envuelta en él?

—No, en realidad es porque es suave, cómodo y caliente —digo mientras suelto una carcajada, quizás una de las primeras desde que huí de casa — pero que os proteja a todos, digamos que es un plus. 

— No vas a explicarme a qué te refieres con  lo de bomba de relojería, ¿Verdad?

—Quizás otro día, Naxen. Ya saben lo que dicen, la curiosidad mató al gato, y no quiero tu muerte sobre mi conciencia.


 Normas y bases del OrigiReto2019:

Objetivo: 24. Utiliza una de las dos imágenes sugeridas para basar tu relato en ellas
Objetos ocultos: 
  • 2. Un disfraz de jirafa
  • 18. Una plaga de babosas

Comentarios

  1. Genial relato wapa ^^ me encanta como avanza la historia, suena adorable que duerma con mihu y lo de que es una bomba de relojería deja ahí toda la intriga xD bien hecho el objetivo, me sigue sorprendiendo ver mi dibujo por ahí xD y muy bien puestos los objetos ^^ Ánimo con noviembre también. Y ahora es cuando viene la mala noticia, no pusiste la pegatina, así que no te puedo contar los puntos, pero recuerda que puedes recuperarla con medallas :3 un abrazote!!

    .KATTY.

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